Una madre hablándole a su hija, quien padece de anorexia:
“Cuando eras bebé, no te abracé suficiente. No creé un vínculo contigo. Y claro, es verdad, no sabía de la depresión posparto.
Jean Williamson [quien fue un apoyo para mí en tu enfermedad] piensa que sería sanador para ambas si me dejaras que te alimentara.”
Planteamiento interesante de la película «To the bone» de Marti Noxon, talentosa cineasta, famosa por lo controvertido de sus historias.
¿Y si el aumento desmedido de casos con desórdenes alimenticios en las últimas décadas, tuviera que ver con una cierta tendencia a una cada vez mayor desconexión de las madres con ellas mismas y con sus bebés durante el embarazo, parto y cuarentena?
¿Y si esa desconexión de tantas mujeres con sus propios procesos y con sus bebés, así como sus respectivas consecuencias, tuviera que ver con la rigidez y el sometimiento que vivimos, sobre todo las mujeres, cuando aceptamos los protocolos del sistema médico, el cual además hace a un lado otros tipos de medicina, más integrales, orgánicas, empíricas y amorosas?